El secreto de la vida

Nuestra actitud frente a la muerte redimensiona nuestra forma de relacionarnos con los demás seres vivos. El sabernos mortales, al menos temporalmente, relativiza nuestra existencia en este mundo pasajero y nos ofrece un marco en el que la empatía y la esperanza confluyen en el mismo camino, un camino frágil pero lleno de gozos. Este es el secreto de la vida. Si el final de nuestra existencia no nos provoca un rechazo frontal y casi infantil, como mínimo nos pone ante un espejo que confirma nuestra caducidad terrenal, y eso no es ningún soplo de aliento. Es una invitación a pensar sobre el gran secreto de la vida. ¿A quién me dirijo? La siguiente reflexión gira en torno a cómo podemos caminar en la fragilidad sin sucumbir al agotamiento psíquico . Principalmente se dirige a quienes sienten curiosidad por su salud mental, y pretende ser una herramienta más para afrontar la crisis existencial que de vez en cuando llama a nuestra puerta. Su estructura simple permite que sea una reflexión...